jueves, noviembre 08, 2018

Arena de mil colores


Arena de mil colores

Existen secretos que ahogan
y verdades que sólo se lloran.
Existen tantas mentiras,
sueltas, casi malditas.

Y es que maldita obsesión la mía,
que no sé si es verdad o mentira,
que parece un pájaro que pierde el vuelo
y cae.
Cae.
Cae desde el cielo.

Pero al verlo desde lejos
puedo soñar que abre las alas,
que abre las alas y vuela de nuevo.

Entonces dejo de ahogarme,
aunque sea por un momento.
Si no lo pienso, no hay secreto;
una mentira a cambio de un sueño.

¡Qué digo!
Si no sé qué quiero,
excepto que quiero querer,
me da igual si a un delirio
o tal vez a una bala perdida.

Y es que maldita obsesión la mía,
que no necesita fuego para quemar,
que no es relámpago ni trueno,
pero trae tormenta
y llueve.
Llueve.
Llueve por fin.

Porque aún vivo en un desierto,
creado de planes y despedidas,
de promesas pisoteadas,
de ganas de más y de miedos de menos,
de todo lo que han sido para mí
y lo que yo nunca fui para ellos.

Por eso quiero querer
y quiero que llueva.
Quiero que lluevan ganas de más
para que se ahoguen los miedos,
para que se lleven todos mis secretos.

Porque si de errores se aprende
yo quiero tropezar mil veces
con amores de mil colores.

Y es que bendita obsesión la mía,
que dice que quiere vivir,
que grita que siempre ha estado aquí
pero ahora abre las alas
y vuela.
Vuela.
Vuela por mí.